Un reto que quedará plasmado en el futuro de los hermosillenses

Desde el más recóndito recuerdo que guardo en mi memoria, he ido conociendo – y reconociendo- la historia de Hermosillo a través de las imágenes; más allá de los textos o la tradición oral, las fotografías han permitido en mi vida un acercamiento “más real”, por así decirlo, al pasado de esta ciudad capital y, en general, de todo Sonora. Éstas han contribuido, pues, a conformar una visión global de los más grandes acontecimientos y de los más célebres personajes de nuestro ayer.

Pero, sin duda, también las fotografías que retratan la rutina, que vislumbran la evolución de los hogares, de las familias, sus actividades cotidianas, sus migraciones, sus juegos, sus bailes y su manera de comunicarse unos con otros, también se vuelven, con el paso del tiempo, en un registro fiel que van dejando nuestros antecesores.

En mi paso por la Subdirección del Archivo General del Estado (AGES), tuve la valiosa oportunidad de realizar constantemente exposiciones fotográficas y documentales del acervo que ahí se resguarda. Entre ese material, sobresalía, por supuesto, un conjunto de postales del Hermosillo de antaño y parte de su gente.

Además, en el propio Archivo Histórico del AGES permanece resguardado un fondo de salvoconductos que no sólo da muestra de los cambios de residencia o viajes de los pobladores de Sonora, sino también fotografías de ellos, descripciones físicas y, en muchas ocasiones, datos que facilitan la realización de su árbol genealógico.

Luego de ver el impacto que causaban estas exhibiciones entre el público en general, desde el 2004 comencé a explorar la idea de dar a conocer en diversos recintos el acervo fotográfico del AGES. Así, expusimos en varias sedes en Hermosillo, Nogales y Cananea.
Sin embargo, hacía falta conformar un archivo que diera cuenta de las familias en la región y, más aún, en Hermosillo; hacía falta una convocatoria clara para resguardar y tomar conciencia de que el material fotográfico generado dentro de los hogares hermosillenses es parte trascendental de nuestra historia.

Con ese antecedente, nace este proyecto para, paulatinamente, ir conformando nuestra memoria histórica, pero –sobre todo- para resguardarla adecuadamente.

En este proyecto, se utilizará la plataforma de La Chicharra, portal cultural que se ha ido consolidando a través del tiempo entre los sonorenses y que es, además, uno de los dos portales sonorenses de este tipo registrados debidamente ante la Secretaría de Cultura, y a través de la página WEB que dirige una servidora se convocará a la comunidad hermosillense a que vayamos juntos conformando el archivo general que quedará plasmado, para su divulgación, en el propio portal antes mencionado.

Hay que especificar que “Hermosillo era así”, es la primera fase de un proyecto mayor que, poco a poco se realizará.
Las actividades para que este proyecto sea viable son contundentes y específicas. El proyecto está planeado para crear no sólo el impacto social y cultural que se requiere, sino también los resultados esperados que, seguramente, repercutirán en nuevos proyectos venideros.

Sé bien que el trabajo no será solamente mío o de unos cuántos. Se requiere el apoyo y el esfuerzo de muchos. Por eso, tengo claramente previsto que la red de gestión ayudará a ir dando luz al objetivo principal de este proyecto: Preservar la memoria fotográfica de las familias de Hermosillo.